XX aniversario el Attico, abril 2008


Obra íntima Roberto González Goyri, pertenecientes a colecciones privadas. Exhibición del 15 al 30 de abril de 2008.

Descripción y objetivos
La muestra incluye veinticuatro obras en formatos pequeños y que son un reflejo de la iconografía y temática, utilizado por Roberto González Goyri en toda su producción. La pinacoteca seleccionada, pertenece a distintas colecciones privadas, que prestaron su patrimonio para ilustrar y homenajear al maestro, recientemente fallecido. Son todas obras bidimensionales, entre tintas, acuarelas, lápices y acrílicos. Sirve esta muestra, también, para conmemorar el XX Aniversario de El Attico, galería de arte y centro de documentación.

Sobre el Attico y su 20 años
En ocasión del aniversario y con la muestra HOMENAJE A ROBERTO GONZÁLEZ GOYRI (1924 -2007), Luis Escobar y Guillermo Monsanto expresan:

Cuando nos embarcamos en la nave del arte, oficialmente el 13 de abril de 1988, tuvimos la certeza que la travesía iba a ser larga y determinante en nuestras vidas. A pesar de ello, se podría decir que el tiempo no lo hemos sentido. Los años vuelan y lo que nos han dejado es una certeza clara de que una institución la hacen las personas y no las cosas que la integran. He acá el motivo de presente homenaje. Don Roberto, al igual que otras personas queridas como Dagoberto Vásquez, Anamaría de Maldonado, Danny Schafer o Zipacná de León, entre otro numeroso grupo de artistas que les sobrevive, nos acompañó solidariamente por la senda.

Roberto González Goyri fue una persona íntegra que, más allá del plano profesional, nos abrió las puertas de su hogar. Como artista le hizo honor a las formas. En él la estética, dibujo y color fueron básicos. Además de insuflar un sentimiento especial de lo guatemalteco en la gran mayoría de su obra, siempre se aplicó en el hallazgo de expresiones que ya matizadas adquirían carácter universal.

Esta pinacoteca íntima que hoy exhibimos al público proviene de varias colecciones particulares y por supuesto, no está a la venta. La idea es recordar a este querido maestro y amigo. Al mismo tiempo queremos compartir con nuestros visitantes, de todos los tiempos, aspectos de su creación pictórica a través de sus bosquejos y trabajos de dimensiones pequeñas ¿Qué mejor forma de celebrar estas dos primeras décadas?

Otros textos Alusivos


El Attico. Por José Manuel Mayorga

Recuerdo la noche del 13 de abril de 1988 cuando los amigos Luís y Guillermo concretaron su plan de inaugurar un espacio destinado al arte en una casa en la 11 calle de la zona 10. Se trató de una exposición colectiva que logró el apoyo de un grupo de artistas de la plástica, en la muestra exhibieron obra Dagoberto Vásquez, Manolo Gallardo, AnaMaría de Maldonado, Luis Álvarez y Elmar Rojas, entre otros… Los artistas y la comunidad dieron la bienvenida al nuevo espacio expositivo, uno de los pocos que sobreviven desde entonces a la fecha. Los otros lugares se cuentan con los dedos de una mano.

Muchas personas, entre quienes puede contarse a Daniel Schafer, Josefina Alonso de Rodríguez, Zipacná de León, Rae Leeth, Roberto González Goyri, Daniel Hernández-Salazar, Maria Cristina Orive, el grupo La Torana y Mario Santizo han coadyuvado a que Galería El Attico se constituya como un lugar destinado al arte visual, reducto de obras de artistas conocidos y no tan conocidos. Por iniciativa propia, en el intento por suplir deficiencias y llenar los grandes vacíos que hay en el arte y la cultura de Guatemala, el Attico, además, se ha conformado como centro de documentación y referente para cualquiera que desee conocer o investigar sobre las bellas artes.

El espacio expositivo ha albergado un sin número de exhibiciones, ha cambiado de ubicación varias veces hasta llegar al lugar que actualmente ocupa, en donde las raíces se profundizan… Lo visto en la galería ha sido el trabajo de creadores nacionales y extranjeros. Las propuestas múltiples, de lo conservador a lo que puede provocar censura, del arte moderno a lo contemporáneo en las artes visuales. Para estar acorde con los tiempos, las exhibiciones consecuencia de curadurías que “traducen” aquellos lenguajes no siempre reconocibles, parafraseando a Emiliano Valdés. En suma se trata de un espacio abierto para la libre expresión que se caracteriza por apoyar irrestrictamente la producción artística.

De manera simultánea a la labor interna, la actividad de El Attico se ha proyectado fuera de las instalaciones de la galería, traducida en colaboraciones con entidades como Fundación G&T Continental, Fundación Paiz, Instituto Guatemalteco Americano, Casa Santo Domingo, el Centro Cultural Metropolitano y Rayuela. El resultado, eventos relacionados con las bellas artes y la cultura a nivel nacional e internacional, como es de todos conocido.

Dentro de los aportes significativos al medio debe citarse su poderosa influencia en el coleccionismo de arte, lo que conlleva una responsabilidad social hacia la comunidad de artistas. La labor del Attico ha contribuido a la revalorización del legado de algunos creadores que ha pasado desapercibido o que no se ha apreciado en su justa dimensión. El siglo XXI ha traído consigo que, en otras latitudes, cada vez se visibilicen más las colecciones de arte públicas y privadas. En Guatemala la exhibición de la Colección Gody en el marco de XV Bienal de Arte Paiz (2006) ha sentado un precedente difícil de igualar. El Attico consciente de la importancia del coleccionismo de expresiones que den sentido a lo que somos, en gran parte de los casos, ha sido responsable de manejar y colocar piezas que conforman la historia del arte de Guatemala. Gracias a su asesoría, las obras están en manos de personas deseosas de cuidarlas, mimarlas y apreciarlas, para luego legarlas a las generaciones futuras.

De 1988 al 2008 ha transcurrido tiempo suficiente para asumir la responsabilidad que una institución con la trayectoria de El Attico tiene para con el medio al que se debe. Nos consta que de manera espontánea con recursos propios y su equipo de colaboradores Raymundo, Juan Carlos y Eduardo, ha contribuido y realizado con éxito múltiples iniciativas (asesorias, curadurías, exhibiciones, montajes y un largo etcétera.)
Lo anterior, sin embargo, no es suficiente para las grandes necesidades que en Guatemala hay y que en un mediano plazo no se van a satisfacer por parte de nadie que no este ya trabajando en el tema. Por ello es indispensable que con el entusiasmo y la energía característicos del equipo, realicen un mayor esfuerzo a efecto centrar sus iniciativas en las fortalezas que ya tienen. Se hace necesario aprovechar al máximo las posibilidades que tiene el espacio de la actual sede. Es deseable que se ponga a la disposición de la comunidad de investigadores y estudiosos, de manera profesional y sistematizada, los archivos del centro de documentación. Así, esperaríamos que en un plazo corto, se puedan realizar consultas en línea a esos fondos documentales, con la tecnología de punta que se maneja en estos tiempos y que en particular gusta a los coleccionistas, sin restricciones de horario, de espacio o de otro tipo.

Para suplir las necesidades que abundan en el ámbito del arte y la cultura, deben multiplicar las alianzas que ya han hecho. Trabar efectivos contactos con instituciones educativas públicas y privadas para que los artistas y los miembros del equipo de colaboradores cercanos puedan profesionalizarse aun más, participando localmente y en el extranjero en talleres, programas y actividades en museos e instituciones de reconocido prestigio. Ello, sin lugar a dudas, servirá de retroalimentación para la labor que aquí realizan y al mismo tiempo hará escuela, contribuyendo así en la formación de los nuevos profesionales a quienes muy probablemente les tocara el relevo en un futuro mediato. Cabe destacar que la labor educativa de El Attico en la formación a la comunidad de artistas es un aporte más al medio y menos evidente a simple vista.

Exhorto a Luís y a Guillermo a que sigan disfrutando de la tarea que han venido realizando. Principalmente a que, en arrebatos de entusiasmo, establezcan acciones a corto y mediano plazo a efecto que ese amor por el arte que los ha motivado, se proyecte con la intensidad debida para trascender, en beneficio de propios y extraños.

Ojala que dentro de otros 20 años podamos comentar de nuevo y si no somos nosotros, que comenten otros, sobre la base de logros concretos y permanentes, en este nuestro medio de la constante incertidumbre.

¡Larga vida a El Attico, galería de arte y centro de documentación y proyectos especiales!


Attico. Por Jorge Castañeda Cofiño

Habitar en un país como Guatemala, convulso, de gran vitalidad y sobre todo de mucha riqueza cultural, donde sus artistas y artesanos, talentosos creadores que van dejando huella, irrefutables testimonios de la sensibilidad e intelecto. Herencia de una fusión de culturas en donde converge lo místico con la naturaleza, el colorido y la sobriedad, ser testigo de ello mueve las entrañas en lo mas profundo y motiva a ser parte en la construcción de esta actualidad que marca la nacionalidad guatemalteca, era en la que nos tocó vivir, tarea nada fácil que implica mucha responsabilidad y esfuerzo, ingredientes que afloran cuando se pone el corazón en lo que se hace.

Esto y una amistad sincera, son los vínculos que nos unen con Galería El Attico, llegar a 20 años de trabajo constante da una cosecha de aportes valiosos, resultados nada sencillos mas sí un orgullo por lo alcanzado, a ustedes Guillermo y Luis mi saludo.



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