"natuRache" Noviembre 2007



Obra reciente del artista guatemalteco, radicado en Alemania, Lezzueck Asturias. Exhibición del 7 al 30 de noviembre de 2007.

Descripción y objetivos
natuRache (del alemán: Natur=naturaleza y Rache=venganza) es la serie que constituye el trabajo más reciente de Lezzueck Asturias. La pinacoteca está formada por pinturas en acrílico sobre tela de diferentes formatos, donde el autor expresa sus inquietudes y preocupaciones acerca de la problemática de coexistencia en nuestro planeta y de cómo la humanidad se autodestruye junto al planeta y el resto de sus habitantes, ya sean flora o fauna.

Sobre el autor y su obra
Esta constituye la tercera muestra pictórica de Lezzueck, en las instalaciones de galería el Attico, desde que partiera a Europa para formarse artísticamente. Fue Alemania el destino elegido para esté fin y más precisamente la Universidad de Bauhaus en la ciudad de Weimar, de donde se graduaría en el 2006. Las dos exhibiciones anteriores fueron “Análisis de un sueño gris” en el 2002 y “Solo tengo ojos para…” en el 2005.

Para ubicar formalmente su obra, podríamos decir que se expresa por medio del llamado neosurrealismo, el cual se ha desarrollado sin solución de continuidad hasta nuestros días y que es un lenguaje habitual en los jóvenes artistas de algunas regiones en Alemania.

http://lezzueck-coosemans.com/


Pensamiento del autor acerca de la exhibición
La intranquila e impaciente incógnita hacia el nivel metafísico de la naturaleza correspondiente a la humanidad, flora y fauna; a su destrucción; a los intentos desesperados de tratar de salvar lo inevitable; así como a los diferentes objetos con los que convivimos en este planeta determinan el mecanismo de desarrollo y pensamiento de mi trabajo artístico.
Esa incertidumbre la puedo simplificar en su explicación nombrándola: búsqueda hacia el interior desconocido de los seres vivientes y a sus motivos más profundos de autodestrucción, a sus recuerdos, a sus sentimientos así como hacia los objetos que rodean su entorno.
NatuRache funciona a través de la pintura como un medio para poder retener pensamientos y análisis sobre cambios climáticos, catástrofes, metamorfosis, injusticias, contradicciones, abusos y crueldades al rededor del globo terráqueo. Las pinturas sirven de ventanas por las que se puede observar el aislamiento de la humanidad; su imposibilidad e impotencia hacia una naturaleza que sobrevive y regenera día a día, la cual no permite que el desarrollo humano triunfe sobre ella. Son ventanas a través de las cuales se pueden percibir las infinitas distancias que reinan entre el « razonamiento » humano y el instinto animal. Si bien el espacio tenso interior entre la metafísica de los seres racionales e irracionales y los objetos con los que se convive dentro de un mismo ámbito en un momento determinado es cautivante, no podemos negar que su encuentro directo es desalentador.
La simbología es sumamente determinante para la representación, estructuración y realización de la serie natuRache. Sin embargo no es el propósito de ésta, tratar de aclarar cada uno de sus motivos y significados sino más que esto, se le da importancia al desarrollo general de los pensamientos y análisis del observador, ya que es él el que crea un hilo que asegura un poco más la relación y entendimiento entre el interior de un objeto con su significado y el interior del espectador mismo.
Sin embargo ha de considerarse justificable la importancia de la presencia del gato en la representación y creación de natuRache. Este ser viviente contiene a través de la historia todos los simbolismos que conforman la esencia humana. Los egipcios por ejemplo, consideraban los gatos como Diosa de la fecundidad y belleza. Era adorado como símbolo del sol, de la luz y de la luna. Sus características corporales lo llevaron a la personificación de su deidad: ellos son pulcros y elegantes. Su expresión es misteriosa y simpática. Ellos personifican todas las características que estimulan nuestra fantasía. Sin embargo con el desarrollo del cristianismo en Europa eran vistos los gatos como encarnación del paganismo puro. Se decía que los gatos eran creación del infierno y que poseían fuerzas demoníacas, ya que bastaba decir que sus ojos parecían arder en la oscuridad de la noche. Se decía también que ellos dormían todo el día para poder por las noches dirigir los malos espíritus.
El grito de apareamiento de los gatos era interpretado como el grito de hombres inocentes, que fueron devorados por animales embrujados. Todos los gatos negros fueron observados como confidentes de brujas y ayudantes del demonio.
En la Inglaterra tardía se transmitió la simbólica que hasta ahora conocemos sobre los gatos: si se nos atraviesa un gato, será un talismán de buena suerte, ya que las desgracias o desastres que nos esperan cesan sin causar daños algunos.
Sea cual sea la interpretación y simbolismo que se le ha dado a los gatos, ya sea como Dioses de la reconciliación o como encarnación de la maldad, ambos papeles tienen algo en común: los gatos son desde varios siglos sin duda alguna seres mágicos con características propias.
Su presencia en gran parte de mis obras simboliza el espejo del interior humano y la fuerza mágica, que en cada uno de nosotros habita.

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