Esta
artista es militante del colectivo femenino Hecho en Guatemala. Por lo mismo hay que considerarla como una
creadora de rango debido, primero, a que la agrupación ha superado fronteras
que la colocan dentro de los anales históricos de la pintura nacional y,
segundo, que cada una de sus integrantes poseen herramientas vitales que las
hacen poseedoras de un entendimiento particular del universo artístico
contemporáneo.
Es
muy claro que Consuelo Secaira es una de las protagonistas de las artes
visuales del siglo XXI. La colección que
presenta en la Galería El Attico bajo el título de “Un mundo resplandeciente”
podría resumirse como una explosión de colores cálidos en que las composiciones
armonizan con su propia realidad femenina y una visión particular del hecho
pictórico.
A
lo intenso del color se antepone una primorosa pincelada. Muy refinadas y casi con las cualidades de
las iluminaciones del medievo, cada “lámina” se presenta como un producto único
lleno de imaginación y alegría. Es obra
que, lejos de cualquier depresión, surge de una realidad paralela en la que se
puede apreciar el cómo la autora resolvió sus disquisiciones artísticas y
personales.
La
pintura de Consuelo Secaira habla por sí sola.
El material que presenta para esta muestra posee el carácter suficiente
para pesar como obra conclusa. No hay
cabos sueltos a pesar de la ingenuidad de las imágenes. Es obra que llega para seguir conquistando
metas y posiciones. De allí que su
trabajo se hubiera incluido entre las muestras de la celebración de los 25 años
de la galería El Attico.
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