OBJETOS DE DESEO - Valenz



Objetos de deseo.  Por Guillermo Monsanto

Valenz propone una colección cuya esencia se amarra al ejercicio de búsqueda, encuentro y transformación de objetos.  Entes cuyo umbral no corresponde a su nueva realidad de objeto artístico.  Encantadores, por cotidianos.  Diferentes por su origen utilitario que hoy solo operan como referente de un universo doméstico perdido en el tiempo.  Discos de larga duración, descontinuados a finales de los años ochenta que hoy solo se pueden localizar en los mercados de segunda mano.  Jarrillas, que ya intervenidas, se leen como teteras exquisitas por su diseño y contenidos.  Manos articuladas, para dibujo, cuyos guantes de color las propone como pintura y no como modelo.  Extremidades que, revestidas de un misterioso halo, parecieran siempre esculturas nuevas por las posibilidades que ofrecen.  Sillas diminutas cuyos anhelos son la remembranza de una infancia con sus casas para muñecas y ese primer estadio de contacto con la realidad futura: El hogar, el trabajo, la mesa para comer.

El arte de Valenz, entonces, rompe sus fronteras dando un valor diferente a lo del día a día.  Labor que, en este caso, renueva con vitalidad elementos cuyo destino apuntaba otros espacios menos sublimes y un futuro finito.  Soportes, al fin, que pertenecen a ese diálogo de la memoria y la acción mecánica en la cocina, los estéreos tres en uno, el cuarto de juegos o el estudio del estudiante de artes. 


El conjunto, ya apropiado por el pintor y re direccionado, es sin duda del autor.  Tiene su impronta.  Contiene su iconografía que, de alguna manera, pareciera replicar su interés por los cacharros nostálgicos.  Dibujos llanos, definitorios del común denominador de las cosas que reafirman su intención por la belleza esencial de las mismas y que afirma su gusto por una pintura sencilla pero vibrante.  







No hay comentarios: