MARÍA COLORES / IGAL PERMUTH
Enfrentarse al día y a sus milimétricos universos. Transitar por una escalinata de instantes,
vivencias y relaciones. Abrir los
sentidos ante una comunicación personal con eso que somos o creemos ser frente
a la vida y sus ritmos.
Esta es la misión diaria del humano “demasiado humano”, del
ser sensible que camina por sus horarios e itinerarios, por una suerte de
destino inmediato.
María Colores plantea este viaje a través del día y sus
diferentes escenarios emocionales. Más
que un nombre propio, representa el ánima y la sensibilidad humana,
respondiendo a los estímulos cotidianos.
Es un retrato del tiempo a través de sus momentos y
estímulos clave, una documentación de los diversos estados anímicos por los
cuales atraviesa el individuo, representados por colores.
En el presente proyecto Igal Permuth se convierte en un
viajero que escanea el día, reflexionando sobre las mutaciones de color que
subrayan instantes particulares.
Como una especie de película fragmentada, María Colores es
el hilo conector de estímulos y emociones, que va dejando una suerte de señal
hacia el objeto del dolor, es decir, hacia el epicentro de aquello que nos
afecta como seres humanos.
Más allá del fenómeno fisiológico, en este proyecto el color
es entendido como un fenómeno emocional.
Valdría la pena entender la psicología del color planteada por el
artista y entender lo que cada uno de los colores nos produce, especialmente a
través del visor de las emociones.
María Colores es la vida misma recorriendo el día a día con
sus altos y sus bajos, con su intensidad y sus temores. Es un viaje que no concluye, porque siempre
estará mutando y avanzando hacia otros y más complejos universos personales.
María Colores somos todos, con otros nombres y otras
historias, con otras formas de percibir la existencia.
Alejandro Marré
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